Arquitos de Xochimilco
Arquitos de Xochimilco
Toma tal nombre en relación a los arcos que componían el antiguo acueducto de San Felipe, y a una angosta calle empedrada que comunica al antiguo Barrio de Xochimilco.
El acueducto de San Felipe, como se conoció, fue construido a mediados del siglo XVIII; desde entonces, hasta después de 1940 surtió de agua a la ciudad capital.
La obra hidráulica partió del pueblo de San Felipe, pasó por Xochimilco, no sin antes cruzar el Río Jalatlaco, en el sitio llamado "Pozas Arcas" o " La Cascada ", donde la obra muestra su máxima técnica de ingeniería de la época. Continuó por este sitio (Arquitos de Xochimilco) y terminó en la caja de agua, en una esquina del atrio del templo del Carmen Alto, que aún existe y rememora la obra fechada en 1751.
Este tramo de acueducto denominado Arquitos de Xochimilco, comprende aproximadamente 300 metros de longitud; es vistoso por sus muros de cantera verde y, sobretodo por sus arcos de medio punto, de ladrillo de barro cocido, bajo los cuales, los vecinos del barrio construyeron el acceso de sus casas. Al inicio de la calle está la Plazuela de la Cruz de Piedra; en su parte media se encuentra otra plazuela con su fuente y bancas de la época colonial.
La calle hoy se llama Rufino Tamayo; en honor al reconocido pintor oaxaqueño, nacido a unas cuantas cuadras del sitio. Pasar por ella da la sensación de caminar por el pasado.
Ubicación:
Es un bello rincón colonial, está ubicado a 9 cuadras al norte de la Plaza Central (Zócalo) sobre la calle de García Vigil (Rufino Tamayo).