Fue construido especialmente para la presentación de la fiesta de la Guelaguetza o "Lunes del Cerro", de origen prehispánico, hoy convertida en el máximo evento folklórico de los oaxaqueños.
El primer auditorio fue construido en 1932, precisamente para la presentación, por primera vez, de la Guelaguetza con motivo de la celebración del IV centenario de Oaxaca de haber sido elevada al rango de ciudad. La fiesta entonces se nombró "Homenaje Racial", que incluyó la presentación de embajadas de las ocho regiones del estado con su música, danzas, tradiciones y costumbres.
El auditorio se llamó, en ese entonces, "Rotonda de la Azucena ". La fiesta se repitió en los años siguientes; la fecha de celebración cambió a los dos últimos lunes de julio que coinciden con la fiesta de la Virgen del Carmen Alto, recordando que por mucho tiempo, después de los actos religiosos de esta fiesta, la gente concurría al cerro como simples paseos o romerías.
Con el tiempo se convirtió en un potencial turístico que requirió de un auditorio apropiado con la época.